Origen de la imagen
*Compartir y difundir las ventajas del PEL (que algún día referiré detalladamente en este blog) me ha llevado de nuevo por tierras extremeñas. Esta vez, Coria.
De Coria sabía del personaje del cuadro de Velázquez, sabía que Sánchez Ferlosio tiene aquí una casona- ¿o palacio?- que heredó de la familia de su madre y también que es la ciudad de Fátima Maldonado, una poeta y profesora que ganó un premio europeo de poesía y a quien, por esta razón, pude conocer cuando estuve trabajando en Bruselas.
Estoy alojada al lado de la catedral. Llegué con lluvia y los días han sido fríos. La calidez y el interés que me ofrecen los colegas del curso me abriga de la melancolia que rezuman las calles de la ciudad antigua. Paseo por esta pequeña Vetusta que perteneció a los duques de Alba; doy vueltas a sus callejas empedradas; entro y salgo por las varias puertas de su muralla; compro Corazones de San Francisco en el torno de las monjas de clausura del convento de la Madre de Dios; como unos exquisitos boletus empanados y unos cardillos de la tierra en el mesón "El Bobo de Coria"; rodeo y visito la imponente catedral; rodeo y no visito (es propiedad de la casa de Alba) el castillo. Intento captar con mi cámara algunos retazos de lo que veo y las fotografías, oscuras, revelan la húmeda soledad que me rodea.
Pero constato que me gusta estar aquí en estos días desapacibles. Hay belleza en este cielo grisáceo, en las recias piedras húmedas y plomizas, en los brazos desnudos de los árboles, en la luz metálica del invierno.
"Los árboles sollozan su tristeza
acongojados, en harapos, mudos,
alzando en vano fechas, dardos, nombres,
corazones heridos.
Huellas perennes de otras estaciones,
lágrimas solitarias su olvidanza.
Nadie advierte el dolor de las promesas
si un tibio embozo empaña los cristales.
La pesadumbre hiela los crepúsculos."
Es un poema del libro "Certidumbre de invierno" de Gonzalo Hidalgo Bayal. Lo escribió mientras era profesor de literatura en el Instituto de Coria, inspirado por el paisaje invernal de la ciudad. Encontrar estos versos ha sido una radiante sorpresa.
Efectivamente, hay belleza en la melancolia.
Diego Velázquez: "El bufón calabacillas"(El bobo de Coria)
Fátima Maldonado. Premio Maestro Europeo 1998
Blog de Gonzalo Hernando Bayal
*Por razones que ignoro, la entrada que escribí esta mañana, ha desaparecido. La he vuelto a escribir y he añadido detalles que no había consignado en la primera versión.
2 comentarios:
http://www.lengua1bc.blogspot.com/
Blog de Lengua y Literatura del IES La Sisla (Sonseca, Toledo)
Tienes una gran capacidad para empatizar, no solo con las personas que te rodean, sino incluso con las ciudades.
Un relato muy bonito, Matilde, de una ciudad entrañable. Si hubiera tenido tiempo, me habría encantado enseñártela.
Un abrazo
Publicar un comentario