jueves, 26 de mayo de 2011

15M, vitamina E




Escuchad esta pequeña charla, como él la define, de Eduardo Galeano, hablando de lo que representan estas acampadas en las plazas de España. Sabréis qué es, según él, la vitamina E.

También podréis escuchar verdades como puños que comparto ideológicamente y que, por ello, comparto con vosotros en la red.

Tanto lo que dice Eduardo Galeano como todo lo que está ocurriendo en las plazas son revulsivos a los discursos formales y a las peroratas huecas de la mayoría de políticos.



Independientemente de quién ha ganado las elecciones. De los datos poco publicados sobre la abstención. De los debates sobre el futuro del Partido Socialista. Del cinismo de los que opinan que los resultados avalan la corrupción (como si los votos pudieran exculpar delitos) o, como en Cataluña, que los resultados avalan la política de recortes de los servicios públicos. Independientemente de todos estos temas, en las acampadas se escuchan y se leen mensajes que llaman al pan, "pan" y al vino, "vino.





("La política es servicio / no una profesión")

Voces indignadas que nos invitan a repensar el mundo con cabeza, cuerpo y corazón. Y familias enteras, abuelos, nietos, yernos, nueras, amigos, vecinos, leen los mensajes y los comenta y los apoya porque las reivindicaciones son de un abrumador sentido común.






Ayer, los acampados recibieron la visita de los trabajadores de Telefónica, empresa millonaria y con millonarios beneficios que va a dejar miles de personas en el paro.
Esto no es una revolución, es el germen de un mutación. No creo que esto tenga ninguna repercusión en los resultados electorales a medio plazo pero estoy segura de que tendrá consecuencias en las formas de gestionar lo público.

Escuché a un comentarista de la televisión que comparaba el movimiento de los acampados con las tomateras que han plantado en el Plaza Cataluña. "De ellas no saldrá ningún tomate", vaticinó. Pues bien, siguiendo con la metáfora, yo me atrevo a predecir que quizá no salgan tomates, pero sus semillas se enterrarán y se esparcirán.

Quizá algún día podremos hablar de ética política sin pensar que se trata de un oxímoron. Y esto habrá sido gracias, en gran parte, a que han germinado la simientes que han plantado los indignados del 15M.



30.05.2001. Blog acampada Sol


sábado, 21 de mayo de 2011

Reflexión en el ágora











Se llama "Jornada de reflexión" al día que antecede a las votaciones. En esta jornada, nadie puede hacer propaganda electoral. Los tambores y las matracas dejan de sonar, no se pueden ya lanzar mensajes ni directos ni indirectos de apoyo a uno u otro partido y se supone que los ciudadanos, tranquilamente, maduramos cuál será nuestra decisión en la urnas, para el día siguiente.

Esta vez, la jornada de reflexión es más interesante que otros años. En plena campaña electoral ha estallado un movimiento que ha pillado a los partidos con el paso cambiado y no sabemos hasta dónde ni hasta cuándo va a llegar, ni cuáles van a ser sus consecuencias.

En los, hasta ahora, dos grandes partidos, el desconcierto es total. Los unos - PP- acusan a los otros de ser los instigadores de esta revuelta para evitar el triunfo electoral de los históricos adversarios políticos. Los otros - PSOE- advierten que la abstención o el voto nulo (y dan por sentado que esa es la postura por la que se aboga en las plazas) supondría el triunfo de los unos.

Y ambos, unos y otros, están furiosos en su fuero interno ( y lo disimulan) , porque sus huecos discursos electorales se han visto apagados por el discurso sobre cosas reales que se hace en las plazas y que es el que verdaderamente interesa a la gente.

Parece que está claro que las personas que se reúnen, discuten y manifiestan sus opiniones están de acuerdo que ni unos ni otros, en esto hay unanimidad. En cuanto a votar, y a quién, o no votar, hay un debate abierto y no hay consignas, sino todo lo contrario. En caso de que la gente quiera votar, se aboga por hacerlo a partidos y agrupaciones electorales menos rígidos, más cercanos a los ciudadanos y que ofrezcan propuestas claras, honestas, transparentes y de sentido común sobre cómo solucionar los problemas cotidianos.

No sé que ocurrirá mañana. No sé si las autoridades lanzarán la policía sobre los que llenan las plazas y desafían las leyes del día de reflexión. Argumentan que no están haciendo propaganda de ningún partido, sino que se están reuniendo y reflexionando conjuntamente, con quien quiera acudir libremente a hacerlo, acerca de qué hacer y cómo organizarnos de ahora en adelante para evitar que manipulen y jueguen con las vidas de los ciudadanos de a pie.

Con la intención de ayudar a clarificar y matizar un poco qué está ocurriendo, os dejo aquí unos cuantos enlaces.

Y con el deseo de que estallen los debates en cada ciudad y en cada pueblo.
Y que las plazas se transformen, por fin, en ágoras de dialéctica y creatividad colectiva.





lunes, 16 de mayo de 2011

Toma la calle




En tiempos de campaña electoral, de mentiras edulcoradas, de promesas incumplibles, de verdades camufladas, es refrescante escuchar a personas que hablan de lo que sienten. He visto este vídeo en el blog de Joselu y me apresuro a compartirlo con todos vosotros.
Nuestra indignación no puede quedarse en un sofá o en una mesa de un bar. La plataforma Toma la calle nos ha llamado a reaccionar.

¿Sentís lo mismo? ¿En vuestro país hay colectivos que se expresan de este mismo modo? Me gustaría saberlo.

P.D. ¡Ay, esta deformación profesional! No puedo evitar pensar en que este documento es muy interesante, no solo por su contenido sino por la forma en que está estructurado el discurso de Paco, el ciudadano que arenga a los transeúntes.
Colegas profes de ELE: aquí tenéis un magnífico ejemplo de texto argumentativo, de discurso político algo distinto a los que habitualmente se escuchan. Una perla para vuestras clases.



Blog que nos cita


viernes, 6 de mayo de 2011

"Que por mayo era, por mayo"

Cardenal en SJN

Imagen: Gustavo Durán

ROMANCE DEL PRISIONERO

Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.

Anónimo