lunes, 3 de marzo de 2008

Enseñar lengua


¿Por qué es tan difícil que la escuela acepte la apabullante reealidad de que el verdadero aprendizaje está íntimamente ligado a la experiencia?
Cuando hablo de "la escuela" me refiero a todos sus miembros, pero sobre todo al profesorado, a los inspectores, a los que hacen los programas, a los que diseñan currículos, a los administradores...
Este olvido es especialmente dramático y grotesco en el ámbito de enseñanza de la lengua, ( en la enseñanza de las lenguas extranjeras el olvido, afortunadamente, es menor)
¿Cuántas horas de clase se dedican a los pronombres, a los acentos, a las categorías gramaticales y no a hablar y a leer, hablar, escuchar y escribir con propiedad y correctamente?
¿Por qué la lengua que se enseña en als aulas parece estar eternamente al servicio de la gramática ?
¡Qué despilfarro de energías!
¿Por qué hay tan pocos profesores que pongan la gramática al servicio de la comunicación?
El Marco Común Europeo de Referencia (MCER) sigue siendo un documento poco conocido. Sus sugerencias y recomendaciones apuntan en la dirección de enseñar la lengua practicándola, usándola.

Sabias palabras, todavía ignoradas en las escuelas.
"Pocos preceptos y mucho uso". Quintiliano, el gran maestro de retórica, ya lo decía.
Lo actual y lo antiguo se reencuentran y apuntan respuestas a los retos de las aulas.

Las palabras de Roger Shanck me indican que no estoy equivocada.

Pinchando en el siguiente enlace, podeís leer la transcripción de la entrevista, fantástica, de Eduard Punset a Roger Shank, con la que encabezo este post.

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