¿Qué es un loco? ¿Quién está loco? ¿Estamos todos, de alguna manera, un poco locos? ¿Qué línea, finísima a veces, casi imperceptible otras, siempre quebradiza, separa la genialidad, la ocurrencia, la obsesión, la manía o la lucidez de lo que se diagnostica como enfermedad mental? Las personas que están ingresadas en los hospitales psiquiátricos ¿están locas o son locas? ¿Son todas los que están? ¿Están todas las que son? ¿Pueden tener una vida social integrada y sin exclusiones?
Convivo desde hace muchísimos años con personas queridas que son pacientes de hospitales y consultas psiquiátrica. De esta experiencia, que me ha curtido, enriquecido y enseñado, tengo un puñado de preguntas y una rotunda constatación: las enfermedades mentales son enfermedades-tabú. Muy poca gente las asume socialmente. Las familias ocultan o silencian a sus enfermos por vergüenza y por temor a que recaiga sobre los miembros "sanos" la sospecha de que pudieran incubar en sus genes alguna sombra de locura. La sociedad aparta a los enfermos. Hay pocos programas de ayuda a las familias y a la inserción social de los pacientes. Frente a las enfermedades mentales se actúa como se hacía en el Medioevo con la lepra: son enfermedades malditas y los que las sufren tienen el doble estigma de enfermos y de proscritos.
Por eso comprenderéis que me guste especialmente el apelativo cariñoso de colifato que en lunfardo significa "loco querible, amable" y que no tiene las connotaciones negativas de la palabra loco. Y también que me guste el proyecto de La Colifata de la que soy fan y divulgadora.
LT22 Radio La Colifata es el nombre de la emisora FM gestionada por los internos y ex internos del hospital psiquiátrico José T. Borda de Buenos Aires y fue la primera radio en el mundo en transmitir desde un centro para enfermos mentales. El proyecto nació en 1991 con un doble objetivo: por un lado, disminuir el estigma social que padecen las personas con enfermedad mental diagnosticada y por el otro, dinamizar su autonomía para que puedan integrarse en la sociedad gozando plenamente de sus derechos ciudadanos.
La Colifata emite un programa semanal de 3 ó 4 horas cada sábado por la tarde. Lo hace en directo y delante de los visitantes que acuden al centro para asistir a tal acontecimiento. La falta de apoyos oficiales contrasta con el apoyo que le han prestado algunas empresas privadas - todos recordamos el entrañable anuncio de Acuarius- y algunos artistas, como Manu Chao y El Canto del Loco.
La Colifata ya ha generado otros colifatitos en el mundo. Todos ellos son el combustible que nos permite ver e ir más allá de nuestros miedos.
Todos con los colifatos. Escuchad, divulgad, apoyad.
Todos somos, de alguna manera, colifatos.
Otros colifatitos (por ahora)
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