miércoles, 13 de febrero de 2008

Babel


Acabo de llegar de Jerez de la Frontera donde he participado en un encuentro de trabajo organizado por el Organismo Autónomo de Programas Educativos Europeos (OAPEE). El tema, el Portfolio Europeo de las Lenguas, y los asistentes, profesores andaluces, extremeños y de Ceuta y Melilla. La energía recibida de todos los colegas que trabajan en este enfoque de enseñanza de las lenguas me anima a empezar escribir sobre algunos aspectos del Marco Común Europeo de Referencia (MCER), tema del que, por mi implicación, seguramente escribiré en más ocasiones.

La paulatina divulgación e implantación de las directrices del Consejo de Europa a través del MCER , cuyo objetivo es proporcionar unas bases comunes para la enseñanza y el aprendizaje de las lenguas a todos los ciudadanos europeos, está generando interesantes discusiones e interesantes experiencias que, despacio, despacito, se extienden, se multiplican y empiezan a significar un cambio en las formas y en el fondo de los currícula lingüísticos.

El Marco contiene muchas ideas de fuerza que son cargas en profundidad, con potencia para cambiar, a la larga, las prácticas tradicionales de la enseñanza de las lenguas.
En
umero algunas de las más importantes:
  • la idea de que una lengua se aprende para hacer algo y haciendo algo.
  • el concepto de competencia lingüística descrita en términos de “saber hacer”.
  • la perspectiva del alumno, del aprendiz de lenguas, como un ser social, un ciudadano o un futuro ciudadano autónomo.
  • la utilidad del Portfolio como herramienta de aprendizaje, evaluación, autoevaluación y certificación de las lenguas.
  • el fomento y desarrollo de la competencia plurilingüe y pluricultural de los alumnos

Aunque ya he dicho que todos los aspectos me parecen interesantes y merecedores de comentarios, este último es el que me parece didáctica, lingüística y socialmente muy beneficioso.

"La competencia plurilingüe y multicultural es la capacidad
de utilizar las lenguas para fines comunicativos y de participar en una relación
intercultural en que una persona, en cuanto agente social, domina —con distinto
grado— varias lenguas y posee experiencia de varias culturas”. (MECR)
El reconocimiento de la capacidad de hablar y manejarse en varias lenguas es realmente una feliz novedad. Puedo decir por experiencia que las actividades de clase que se realizan con este planteamiento de fondo permiten visualizar la pluralidad lingüística individual de cada alumno, la de los grupos y la de los centros; alientan la reflexión sobre el propio aprendizaje de las lenguas y, sobre todo, difunden la idea de que no hay lenguas de primera y lenguas de segunda sino que todas las lenguas son un tesoro que hay que defender y preservar.

“Contra la torre de Babel tendemos puentes..”, canta Pedro Guerra, en una bella canción. Me permito discrepar un poco de sus palabras. Yo no estoy contra la Torre de Babel, sí que estoy contra el mito negativo de la Torre de Babel ¿De dónde salió, a qué intereses sirvió – y sirve todavía- esta leyenda que nos explica la diversidad lingüística como un castigo de Dios?.

Según el lingüista David Crystal entre el 50% y el 80 % de la población del planeta, según el grado de competencia que se mida, somos bilingües o plurilingües; en la Unión Europea, hay 23 lenguas oficiales y un grupo numeroso de lenguas no oficiales, entre ellas el catalán, el euskera, el gallego, el romaní, el alsaciano, el bretón, el sardo, el sami, el jiddish, la lengua de signos, ...; nuestros centros y en nuestras clases se han llenado de fonéticas hasta hace poco exóticas y desconocidas. En la Torre de Babel ya estamos todos.

Por eso, las palabras de la canción cobran para mí mayor significado si s cambia tan solo una, una preposición. Parafraseando a Pedro Guerra, no "contra", sino “para” la Torre de Babel, tendemos puentes, lazos, estrategias para entender; nos inventamos traductores; aprendemos varias lenguas; respetamos todas las que hablan nuestros vecinos; nos sorprendemos; intentamos comprender; escuchamos los cantos de todas las lenguas del lugar ...

...MERC y Portfolio, qué nombres tan técnicos y tan feos. Y sin embargo estos nombres encierran un proyecto de trabajo en las aulas extremadamente sugestivo y ambicioso: enseñar lengua para contribuir a la construcción de un nuevo espacio de convivencia con y entre lenguas distintas.

Como dice la canción: "un ancho río y todo el agua por beber".

Añadido 22/03/2008

Propuesta didáctica sobre la Diversidad Lingüística en el mundo.
Educación plurilingüe
Año Internacional de los Idiomas

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