Final de agosto. Estoy en el campo, disfrutando de un día de respiro después de dos semanas de sol, calor y sequía inclementes. Hoy he ido a coger higos, esa maravilla de la naturaleza que, en esta época y en estos parajes en los que me encuentro, las higueras ofrecen libremente a quien quiera cogerlos.
Y con mi cesto lleno, he recordado que esta humildísima fruta tiene un lugar la Literatura, por delicada, por efímera, por exquisita y...por sugestiva. Y he tenido ganas de compartirlo con vosotros.
Abiertos, dulces sexos femeninos,
o negros, o verdales,
mínimas botas de morados vinos,
cerrados: genitales
lo mismo que horas fúnebres e iguales.
.....
Tinta imborrable, savia y sangre amarga:
malicia antecedente,
que la carne morena toma torna y larga
con su blancor caliente
bajo la protección de la serpiente.
(fragmentos de "Oda a la Higuera" de Miguel Hernández)
La Higuera tiene, además, otra poeta, Juana de Ibarbourou.
Los higos tienen su lugar en el refranero:
Acabados los higos, los pájaros idos
En tiempo de higos ¡cuántos amigos!
Por San Miguel, los higos son miel
Oficio que no da trigo, no vale un higo
Digo y redigo que la breva* no es higo
De higos a brevas*, largas la lleva
Para terminar, algunas de las recetas que se pueden hacer con higos
¡Para chuparse los dedos!
1 comentario:
¡Me encantan!...Los higos y los poemas. Gracias por compartirlos. Saludos
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