haz lo que quieras;
el impoluto lienzo de la página
pasivamente aceptará tus huellas.
hiéndela libremente, sin prejuicios
pero no te abandones a las facilidades,
no desmayes la guardia,
sé siempre muy exacto.
que lo que digas surja desde dentro,
que las cosas se nombren a sí mismas,
que las palabras jueguen
a juegos de palabras, si les gusta,
y que tu propia vida
vaya manchando el verso con sus botas gastadas.
(Poética, 1979)
Dedico este poema
a los que cumplen años, cumplen días o cumplen décadas
a los que se reinventan
a los que cambian
a los que se atreven a explorar
a los ...
Precioso ¡¡Me lo aplico para inspirarme en el examen que me queda!!
ResponderEliminar¡Suerte! ¡Te la mereces!
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con
ResponderEliminarMarian. Es precioso el poema... Saludos. Magdalena
Y además de precioso, un texto muy interesante para trabajar las órdenes (¡ay! la maldita deformación profesional!)
ResponderEliminarGracias por pasar
Un abrazo
No conocía a este poeta, Matilde. Este poema es precioso. Voy a buscarlo.
ResponderEliminarUn abrazo